Aquest havia de ser un post de comiat, un post amb el que tancar aquest blog en considerar que ja no tenia més coses que contar. Però no ho serà de moment perquè la casualitat ha volgut que em trobès a un diari gratuït aquesta joia de Alejandro Fernández, portaveu del PP a l'ajuntament de Tarragona.
No faré cap comentari, opineu vosaltres mateixos:
El “capitalismo salvaje” que desde hace 50 años se practica en Japón les permite afrontar varios terremotos al año con el balance de unas pocas grietas en sus edificios. Haití no ha tenido esa suerte.
Como señaja Arcadi Espada estos días, ojalá los americanos se queden en Haití e impongan su “capitalismo salvaje” Qué razón lleva. Los defensores del indigenismo olvidan que, no hace tantos años, las catástrofes naturales acababan con poblaciones enteras y que sólo su denostada economía de mercado fabrica casas resistentes, servicios públicos eficaces y medicinas que sustituyan a la brujería. Por lo visto, estos mercenarios de la las desgracias naturales, estos parásitos de la desgracia ajena, ya empiezan a criticar a los americanos por querer quedarse: está claro que muchas de estas ONG’s de pacotilla quieren la pasta capitalista, luego todo el mundo largo de aquí y a esperar la próxima desgracia…
El político más visionario de nuestra era, Winston Churchill, fue un convencido defensor del colonialismo. No lo idealizaba y era plenamente consciente de las maldades de este mundo (británicos incluidos) pero anunció 50 años de miseria en La India por obra y gracia de la ñoñeria de Gandhi. Así fue, y sólo la nueva colonización británica en La India, esta vez en forma de invasión de empresas de telecomunicaciones, ha permitido que en los últimos 10 años el país asiático haya progresado más que en los 50 anteriores. El “capitalismo salvaje” ha sacado del hambre a 600 millones de indios, que serán 1000 en pocos años.
Haití no necesita dinero para gobernantes corruptos que luego se exilian en París (cómo no) sino una auténtica colonización capitalista, que permita una economía de mercado en ese país, edificios resistentes, servicios públicos y persecución legal de la brujería y los sacrificios humanos, costumbres que me niego a respetar en nombre del multiculturalismo, por mucho cumbayá que las defienda. Si esto no se produce de nada servirá la ayuda que hoy enviamos: bastará un nuevo terremoto, huracán o lluvia torrencial para sumir a ese hermoso país en el infierno más descorazonador.
No faré cap comentari, opineu vosaltres mateixos:
El “capitalismo salvaje” que desde hace 50 años se practica en Japón les permite afrontar varios terremotos al año con el balance de unas pocas grietas en sus edificios. Haití no ha tenido esa suerte.
Como señaja Arcadi Espada estos días, ojalá los americanos se queden en Haití e impongan su “capitalismo salvaje” Qué razón lleva. Los defensores del indigenismo olvidan que, no hace tantos años, las catástrofes naturales acababan con poblaciones enteras y que sólo su denostada economía de mercado fabrica casas resistentes, servicios públicos eficaces y medicinas que sustituyan a la brujería. Por lo visto, estos mercenarios de la las desgracias naturales, estos parásitos de la desgracia ajena, ya empiezan a criticar a los americanos por querer quedarse: está claro que muchas de estas ONG’s de pacotilla quieren la pasta capitalista, luego todo el mundo largo de aquí y a esperar la próxima desgracia…
El político más visionario de nuestra era, Winston Churchill, fue un convencido defensor del colonialismo. No lo idealizaba y era plenamente consciente de las maldades de este mundo (británicos incluidos) pero anunció 50 años de miseria en La India por obra y gracia de la ñoñeria de Gandhi. Así fue, y sólo la nueva colonización británica en La India, esta vez en forma de invasión de empresas de telecomunicaciones, ha permitido que en los últimos 10 años el país asiático haya progresado más que en los 50 anteriores. El “capitalismo salvaje” ha sacado del hambre a 600 millones de indios, que serán 1000 en pocos años.
Haití no necesita dinero para gobernantes corruptos que luego se exilian en París (cómo no) sino una auténtica colonización capitalista, que permita una economía de mercado en ese país, edificios resistentes, servicios públicos y persecución legal de la brujería y los sacrificios humanos, costumbres que me niego a respetar en nombre del multiculturalismo, por mucho cumbayá que las defienda. Si esto no se produce de nada servirá la ayuda que hoy enviamos: bastará un nuevo terremoto, huracán o lluvia torrencial para sumir a ese hermoso país en el infierno más descorazonador.
Podeu llegir-ho a la seua web: http://www.alejandropopular.com/
6 comentaris:
Els americans podrien fer encara millor: com al seu país. Tancar els indígenes en reserves i colonitzar com Déu mana...
Ni se t'acudeixi tancar el xiringuitu, nen!
I sobre aquest tiu... prefereixo no dir el que penso. És lleig i agressiu. Si vull convertir-me en una princesa de conte no puc dir aquestes coses.
Ui, ui, ui, quin paio! El món està ple de.... bé, millor no ficar-me a la seva altura.
Així que estàs pensant en tancar la paradeta? em sembla que tots ho pensem molts cops això. Fes el que tu creguis convenient però si continues, aquí estaré per llegir-te.
Petons!
Mentre em trobe coses que m'irriten com aquest article em temo que no tanco.
Tampoc vull que aquest blog es convertisca/-eixi en una tribuna política ni repetir-me parlant de Miquel Gil, Pepe Rubianes i del meu passat.
Home, sempre podràs parlar del teu present i del futur, no?
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